Debate3en PEC 1 LA ANTROPOLOGÍA EN EL DISEÑO

  1. Francescj Ramos says:

    Hola Cristina,
    Te felicito por tu exposición sobre el abanico. Me ha recordado cuando de niño trasteaba los abanicos plegables de mi madre y de mi abuela. Al final terminaron rompiéndose. Me encantaba abrirlos y cerrarlos a diferentes velocidades y escuchar su sonido particular al desplegarse y plegarse, me llamaba la atención los diferentes motivos y materiales de los que estaban hechos. Todo menos darme aire con ellos. En aquella edad pensaba que era un objeto de mujeres y de niños traviesos, claro ?. También recuerdo, influenciado por los dibujos animados y por Hollywood, como los esclavos abanicaban al faraón o al marajá. Era fácil sacar la conclusión de que si te dan aire ocupas un estatus superior. Bromeábamos mucho con eso.

    En Japón es normal que un objeto pueda llegar a convertirse en un elemento ritual, pues es una cultura muy jerarquizada con valores basados en el respeto, la humildad y la lealtad. Además, es una sociedad con tradiciones profundamente arraigadas. Como curiosidad, Japón ha desarrollado unos abanicos eléctricos. En realidad son ventiladores de mano, pero cumplen su función.

    Me llamó mucho la atención el sistema de códigos y lenguaje que se generó en torno al abanico. Según se cree se originó en Japón y se utilizó especialmente en China y en España, con sus correspondientes adaptaciones. Imagino que gracias a este sistema muchos mensajes de amor, quedadas y coqueteos llegaron a buen puerto. Supe que existía el código cuando vi una serie en la TV, en la que una mujer acomodada enviaba a otra un mensaje, por medio del abanico, y la otra respondía. Me encantan los códigos, (72 79 76 65).

    Muchas veces nos resulta difícil abandonar nuestro pensamiento occidental y creemos que nuestros valores son universales. Incluso los marcianos piensan lo mismo sobre sus propios valores. Diseñar para otras culturas requiere de respeto, curiosidad, empatía, curiosidad, flexibilidad, observación y método. También tenemos que ser capaces de comunicar correctamente nuestra solución.

    Dices: “el abanico ha evolucionado y se ha adaptado según las necesidades, culturas y lugares a los que llegaba”. Una buena conclusión, pero ¿Cuánto hemos cambiado nosotros gracias al abanico?. Buen trabajo.

    Saludos,
    Francescj.

  2. Cristina de Luque Jimenez says:

    Genial tu propuesta Cristina.

    Yo, como sevillana, utilizo muchísimo el abanico ya que es un accesorio tradional sobre todo en la Feria de Abril, junto al traje de flamenca y la flor/peineta. Como imagino que sabéis, lo utilizamos como complemento pero sobre todo para «refrescarnos» y así combatir el caor.

    Antes (ahora lo vemos menos gracias a los ventiladores de las casetas) se utilizaban sobre todo para dar aire a las personas que bailan sevillana, sea hombres que mujeres además de ser un pequeño «ritual de cortejo».

    Forma parte de la tradición y cultura andaluza y es algo muy importante para nosotros. Nos encanta aquellos hechos a mano y mostrarlos a todos como objeto de grande valor y orgullo.

    Tengo muchas ganas de viajar a casa y bailar con mi abanico, estando lejos se añora mas.

    ¡Muchas gracias por compartir!

    Cristina

  3. Francisco Javier Mariscal Montes says:

    Hola Cristina

    Menuda sorpresa me llevé cuando vi que alguien había elegido el mismo objeto que yo, solo que, como habías sido más rápida que yo, decidí no leer tu folio hasta no acabar mi desarrollo, que tenía a medias, para no verme influenciado. Aún así, veo que hemos coincidido en una única fotografía, pero el desarrollo es totalmente diferente, lo que sirve para enriquecer el contenido entre ambos.

    En tu caso, realizas una exposición histórica detallada del abanico por otros países y culturas, mientras que en mi caso he decidido centrarme más en la que me toca de cerca, que uno de los motivos por los que lo he elegido como objeto, junto con el apego por tradición familiar.

    Sin duda, algo que define el sentido antropológico del abanico en su diseño es el lenguaje propio que se le ha atribuido, pues ambos hemos destacado este asunto en nuestras exposiciones.

    La fuerza que tiene este objeto como símbolo es incuestionable, tal y como recoges en tus líneas, llegando a formar parte de la cultura, entendida en su sentido humanista, en diversas obras, en el caso de España, desde el siglo XVIII hasta hoy en día. Se le vincula a disciplinas de arraigo como el flamenco o la danza clásica y sirve como complemento, ya no solo de mujer, sino para cualquier género.

    Estoy convencido de que en multitud de ocasiones, llevar un abanico en la mano imprime un aire de seguridad que hace pensar en el sentido antropológico que conlleva su uso. ¿Estas de acuerdo conmigo en que un abanico te da poder y te empuja socialmente a ponerte el mundo por sombrero?

    Enhorabuena por tu trabajo.

    Un saludo.

    Francisco Javier Mariscal Montes
    fmariscalm@uoc.edu